⭐⭐⭐
Un solitario empleado de una pequeña ciudad checa se entera casualmente de una sociedad de "amigos del desierto" y es misteriosamente atraído por ella. Tras sucesivas pruebas, se hace parte de la sociedad y viaja varias veces a los desiertos de Argelia, primero con desconfianza, luego con mayor resolución. Entre tanto, él y nosotros vamos aprendiendo lecciones sobre el desierto: históricas o geográficas, pero sobre todo espirituales. La novela esconde (sin disimularla demasiado) una historia de conversión; el desierto llama al personaje como un murmullo hasta resolverlo a fundirse en él, a desdibujarse como un espejismo en el horizonte. Todo eso está muy bien, y hay momentos de poesía verdaderamente bellos, pero muchos acuerdos narrativos son traicionados en el camino: el personaje principal nunca termina de aparecer, antes de desaparecer por completo, ni sus motivos ganan verosimilitud; los demás personajes son apenas funcionales para alegorías a veces demasiado obvias: la tentación, la renuncia, el conocimiento. Está bien como parábola, pero no tanto como ficción.