⭐⭐⭐

La historia detrás de este libro es increíble: son las notas más o menos dispersas que tomaron varios oficiales polacos prisioneros en un campo soviético durante la Segunda Guerra Mundial; notas sobre las charlas que daba otro oficial, Józef Czapski, a propósito de sus lecturas de Proust. Para no morir de desesperación, los prisioneros habían acordado dedicar sus noches (tras jornadas de trabajos forzados) a hablar de aquello que más les conmovía. Las charlas de Czapski sobre Proust les gustaron tanto que tomaron notas como pudieron. Sin ningún ejemplar a la mano, lo que hace Czapski es todo un ejercicio de memoria ¡sobre una novela consagrada a la memoria! Ya en los detalles, claro, lo que uno encuentra son descripciones dispersas de personajes y situaciones que valen poco por sí mismas, no mucho más. El ensayo introductorio de Eric Karpeles es fabuloso.