⭐⭐

Una investigadora francesa convenció a un octogenario Roa Bastos de revisar su obra novelística (de "Yo, el Supremo" hasta "Madama Sui") desde el prisma del lenguaje aforístico. En un giro original, decidieron reunir las expresiones con mayor fuerza metafórica y las nombraron con un neologismo: metaforismos. La idea funciona durante unas pocas y afortunadas páginas, pero la falta de contexto narrativo va cobrando poco a poco su precio: las frases naufragan en un limbo entre la idea cuidadosamente perfilada y el fragmento disperso y opaco. El lector más disciplinado podrá salvar algunas joyas.