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Un joven estudiante italiano es secuestrado por piratas turcos mientras navega por el Adriático. El azar lo lleva a la capital del Imperio, la floreciente Estambul, como sirviente de un sabio otomano interesado en la astronomía. El amo y el esclavo, que son sorprendentemente parecidos, trabajan al servicio del sultán y avanzan a tientas por la constelación científica del siglo XVII. La curiosidad intelectual, el miedo o la ambición los van llevando de la astronomía a la física, la filosofía, la magia, la religión, los animales fantásticos, la estrategia militar, e incluso a los límites tempranos del psicoanálisis. En el extraordinario proceso, sus identidades se van confundiendo, en una muestra magistral del oficio por parte de Pamuk. La historia la cuenta un personaje de otra novela de Pamuk, que la ha encontrado en un manuscrito, y la narración trenza las voces de forma tan sútil que al final es imposible distinguir al amo del esclavo, a la realidad de la ficción.
