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Cuenta la historia de una adolescente que pasa una temporada en la veterinaria de sus tíos mientras sus padres se van de viaje, en el Santo Domingo de los años noventa. Está escrita en primera persona, con el lenguaje fresco de una adolescencia caribeña con banda sonora de The Doors. La narradora va descubriendo, en esta corta temporada fuera de casa, aspectos de su sexualidad, su personalidad y su entorno: el racismo que sufren los haitianos, la alternativa de la homosexualidad, la dificultad de nombrar el mundo. La estructura del libro es fragmentaria (aunque cronológica) y por momentos el relato se diluye en anécdotas sueltas sobre la veterinaria; a veces la fuerza del estilo no es suficiente para mantener la atención sobre la historia.
