⭐⭐⭐
Un libro de ensayos misceláneos que son, tal vez, demasiado misceláneos. Es difícil entender cómo se pensó la unidad del volumen, más allá de los textos sobre aves, que son maravillosos. Pero la reseña gruñona de un libro de Sherry Turkle, o el texto para un catálogo de fotografía, definitivamente parecen fuera de lugar. Los mejores textos son los de observación de aves, que derivan entre la etnografía, el ecologismo y la poesía, bien sea acompañando a cazadores de halcones en Egipto o viajando hasta la Antartida tras la visión fugaz de un pinguino emperador. Por momentos puede ser muy técnico, y de hecho varios textos fueron escritos para National Geographic. Me gusta esta faceta naturalista de Franzen, aunque hubiese preferido que el libro se concentrara en ella.
