⭐⭐⭐⭐⭐
Una maravilla de libro. El primero que leo de Kim Thúy, pero sin duda no será el último. Cuenta la historia de tres generaciones marcadas por la guerra en Vietnam, cerrando con una generación de migrantes de la que ella misma hace parte. La narración, fragmentaria, va enlazando personajes con sutileza: prostitutas, soldados, huérfanos, colonos, cada uno retratado con la certeza de las palabras justas. Y al tiempo reflexiona de manera brillante sobre la conexión entre la industria del caucho y el látex, abriendo la historia, hasta la del esmalte para uñas, cerrándola. La impresión de conjunto que se va revelando casi imperceptiblemente es magistral. Thúy escribe con una prosa poética pero contundente, que no se disuelve en lirismos, y con una economía del lenguaje que revela oficio y agudeza. Cito solo una línea con la esperanza de dar una idea: "La sangre de los demás le corría por la oreja, y eso le daba la impresión de que la protegía el infierno, ese lugar prohibido para los humanos".
