⭐⭐⭐

Son dos pequeños libros reunidos: el primero, de memorias de la infancia, se había publicado en 2000 por la UdeA; el segundo, de reflexiones desde y sobre la vejez, se publicó por primera vez en este volumen. Ambos están hechos de fragmentos que se mueven en el límite de la prosa poética, aunque en "Papeles seniles" también hay algunos poemas (no muy buenos). En ambos hay viñetas de gran capacidad de evocación y economía del lenguaje, pero sentí que hay que buscarlas con paciencia en medio de muchas otras. Las que intentan ser cómicas son las más fáciles de olvidar; a Obregón, siendo caricaturista, se le daba mejor la nostalgia.