⭐⭐⭐⭐⭐

Bellísima novela que recuerda a la magistral Zama (Di Benedetto), o a la genealogía del Desierto de los Tártaros (Buzzati, Gracq, Coetzee). Construida como una parábola, nos lleva de la mano del Teniente hasta el lugar más remoto, un inútil puesto militar de frontera, para poner en duda todas las coordenadas, comenzando por la identidad. Serio, instruido, pagado de sí mismo y de su misión de "ejercer soberanía", el Teniente desciende en espiral hasta no ser más que un animal solitario. Abandona sus abstractas pretensiones patrióticas por la pulsión más elemental de una manada. La historia es efectivamente un relato de acción, como he leído por ahí, que disfraza una reflexión filosófica. La prosa de Duperly es precisa y revela una atención a la cultura material que recuerda, en la riqueza del lenguaje y el áspero detalle de los escenarios, a las novelas históricas de Rafael Baena; pero en este caso hay también imágenes poéticas, sutiles simetrías simbólicas, un proyecto literario en toda regla.