⭐⭐⭐

Novela híbrida que es mejor novela que híbrida. Rivera recupera las memorias de sus abuelos a través de la historia de las plantaciones de algodón en el norte de México. En el camino se encuentra, en un guiño literario, con un joven José Revueltas que documenta las huelgas campesinas de los años treinta. De vuelta al presente, ella misma viaja a los lugares que alguna vez vieron el auge del algodón en medio del desierto y hoy son pueblos fantasma. La investigación detrás de esta reconstrucción histórica es impresionante, y la ficcionalización de hechos y personajes es impecable, a veces bellísima, algo entre Cormac McCarthy y Colson Whitehead. Pero la experimentación no se detiene ahí, y el libro quiere ser también un ensayo, a veces casi un artículo de ciencias sociales: pasa por la geografía crítica, por el poshumanismo, cita a Heidegger (!), habla (en francés) de la "long durée" de Braudel, y uno se pregunta, mientras pierde el hilo y la confianza en el pacto narrativo: ¿qué necesidad?