⭐⭐⭐⭐

Selin, hija de inmigrantes turcos, tiene diecinueve años y un mundo por descubrir. Es su primer año en Harvard y se enfrenta a preguntas y decisiones vitales. Esta es una novela de iniciación (coming of age) que tiene mucho de novela de campus: la primera mitad es casi un catálogo de los cursos que toma Selin, una visión aguda y mordaz de la vida universitaria. Pero en el fondo corre otra historia, que se desarrolla más en la segunda parte: Selin se enamora de un estudiante de matemáticas que está a punto de graduarse, y es ese enamoramiento el recurso que sirve a Batuman para explorar las tensiones de lo inefable. Mientras Selin se queda sin palabras, aunque le sobren ideas, Batuman disecciona el lenguaje, la interpretación y el sentido hasta alcanzar, al final, una tremenda lección literaria sobre la insignificancia. Queda la sensación, eso sí, de que podría ganar en contundencia con cien páginas menos; hay demasiados detalles inútiles que parecen solamente destinados a demostrar la agudeza y capacidad de observación de la narradora.