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Un joven profesor sueco pasa una temporada en la Universidad de Austin, Texas, dando un curso sobre cultura europea. Entre las lecturas y los paseos por el campus, descubre una cancha de tenis en la que juegan los aficionados locales y se une a ellos. El recuento de esta temporada en la memoria del narrador es la emotiva despedida a la vitalidad de la juventud: el placer de un cuerpo capaz de danzar sobre el polvo de ladrillo, de devolver un saque a cien kilómetros por hora; pero también la capacidad de debatir las ideas de Nietzsche en tres idiomas, el placer intelectual en su cima. El arco narrativo de estas memorias felices deriva entre una inusual protesta universitaria y las consecuencias surrealistas de una investigación literaria sobre Strindberg (que conecta con los primeros usos militares de la inteligencia artificial, en los años setenta). Es una novela divertida y evocadora. Me sorprende lo poco traducido que está Gustafsson al español.
