⭐⭐⭐⭐⭐

¡Novelota! Aunque escrita hace casi 80 años, es para mí el mayor descubrimiento de lo que va de 2023. Cuenta la historia de Fang Hongjian, un bueno para nada que regresa a Shanghai tras vagar por Europa fingiendo estudiar. Cerca de cumplir los treinta años, se debate entre cumplir las expectativas de su familia y entender las suyas propias: el punto de encuentro es el matrimonio, esa inevitable prueba de la adultez. Tras intentarlo (sin demasiada convicción) con varias pretendientes, Hongjian termina casándose por cansancio. Entre tanto, asistimos a un enorme fresco de la China de los años 1930: Hongjian trabaja dando tumbos en un banco, una universidad y un periódico, sobre el fondo de la guerra con Japón, el crecimiento de las ciudades, la modernización y el esnobismo. Aunque por momentos la narración amenaza con volverse un cuadro de costumbres, siempre logra retomar el rumbo por su capacidad de crear tensión entre los personajes a largo plazo. Si uno logra superar algunas convenciones retóricas (como la recurrencia de los símiles, comunes en la poesía china), la prosa avanza con elegancia. Las últimas cincuenta páginas son devastadoras; ni Richard Yates logró recrear con tanta contundencia la amargura y la tristeza de un matrimonio que se derrumba. Y la última página, concebida con cuidado un par de capítulos atrás, es pura genialidad, una lección literaria en toda regla.