⭐⭐⭐⭐

Es el recuento de las experiencias y reflexiones de Thoreau en los 26 meses en que vivió en una cabaña construída por él mismo cerca al lago Walden. Mezcla de diario y ensayo filosófico, tiene momentos excepcionales de prosa poética: la descripción del vuelo de un halcón, o de los colores variables del agua. Es un libro largo y su lectura no es sencilla, el estilo no es el que uno esperaría de un defensor de la austeridad como Thoreau. Pero vale la pena. Exige la misma condición paciente que significó para su autor la vida solitaria en los bosques (no tan solitaria, según se supo después, pero ese es otro tema). Hay que atravesar largos inventarios sobre la cosecha de fríjoles, tablas de temperatura tomadas con la disciplina de un naturalista, oscuras referencias a textos de la antigüedad clásica, y ocasionales regaños puritanos, pero entre todo eso hay pensamientos ingeniosos, imágenes luminosas, ideas sinceras y profundas que se quedan con uno, planeando sobre la mente como halcones sobre el lago. Por momentos, me llenó del optimismo vital de la poesía de Mary Oliver, con la que creo que comparten una genealogía.
