⭐⭐⭐⭐⭐

Me sorprendió esta novela epistolar casi secreta, que merece un mejor lugar en la historia de la literatura colombiana. Aunque fue publicada originalmente en 1989, esta nueva edición fue ampliada y corregida por su autor. El libro reúne las cartas cruzadas entre Gustave Flaubert y Carolina Tovar de Merizalde, una mujer granadina educada en Europa que le escribe desde su casona en la Calle Mayor de Santa Fe de Bogotá. Las cartas, escritas entre 1858 y 1861, fueron halladas por el editor francés en los archivos de un antiguo cónsul suramericano. La juiciosa artesanía de esta ficción es irreprochable: la investigación histórica es detallada, el tono y el estilo de cada carta fue estudiado hasta el núcleo de lo verosímil, la progresión afectiva y dramática de la correspondencia está bien afinada. Ayuda mucho, claro, que el propio Cano haya traducido efectivamente la correspondencia de Flaubert al español. De hecho, no faltan los intertextos y los juegos metatextuales entre aquellas cartas reales y estas ficcionadas. Pero más allá de la perfección formal, asombra y emociona la última parte del libro, contaminada por el descenso de Merizalde en el delirio de la enfermedad, el descenso de la Confederación Granadina en una sangrienta guerra civil, el descenso de Flaubert en la violencia lujuriosa de las guerras púnicas, y el descenso, finalmente, de Dante hacia los círculos del infierno; todo esto tejido con auténtica maestría. Si acaso, debo decir que el título del libro no es muy bueno (y el de la edición original de 1989 tampoco lo era). Esta edición incluye un epílogo crítico perfectamente prescindible.