El lamento de Portnoy

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Leído: 15/01/23
⭐⭐⭐⭐⭐

Se puede decir que he leído a Roth al revés, llegando casi al final a su obra más reconocida y polémica. Es la larga confesión de un hombre de treinta años ante su psicoanalista, que es al mismo tiempo un juez, un dios, una autoridad difusa, y que solo habla en la última línea del libro. Como cabe esperar de una sesión de psicoanálisis, se concentra en la culpa y en el deseo, en la familia, el deber y el placer. La lectura superficial de su tiempo le dió a esta novela fama de pornográfica. Pero el sexo es apenas una de las obsesiones que se encadenan en el lamento de Alexander Portnoy. Si acaso, es un libro sobre la culpa: "Vergüenza y vergüenza, adónde quiera que me vuelva, siempre algo de qué avergonzarme".
Pese a lo que esta síntesis pueda sugerir, es un libro divertidísimo, especialmente el primer capítulo sobre los padres de Alexander. Y siendo divertido es al tiempo muy inteligente el retrato de las neurosis de la clase media. Es genial, por ejemplo, que Roth haya decidido que el padre de Alexander sea un agente de seguros, experto en riesgos y miedos. De algún modo, Portnoy es una especie de Holden Caulfield con sentido del humor, que disecciona a su familia y a su sociedad burlándose de sí mismo.