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Novela monumental, de las que ya no se escriben (o de las que yo no tengo noticia). Cuenta cuatro siglos de la historia de un puente: entre su construcción en el S. XVI hasta su destrucción (parcial) en la Primera Guerra Mundial. El puente, claro, es sólo el escenario o la metáfora de decenas de historias y personajes que nos hablan de penas, alegrías, conflictos, ilusiones y azares que van tejiendo con maestría el tapiz de la Historia con mayúsculas, desde el ascenso del Imperio Otomano hasta el levantamiento nacionalista serbio que culmina con el atentado a Francisco Fernando. Andric cumple a cabalidad la máxima de Tolstoi según la cual basta describir (bien) una aldea para ser universal. Escribió esta novela refugiado en Belgrado durante la Segunda Guerra Mundial.
