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Cuenta la historia de cómo el capitán Penderton descubre su atracción por el soldado Williams en una guarnición militar de los años 1930. En ese sentido es un relato revolucionario para su época, que explora las tensiones del mandato de masculinidad de forma inteligente y sensible. Más allá de eso, sin embargo, hay demasiadas cosas que sobran, como la historia paralela de la esposa de un mayor, que además amenaza con tomarse el tono del libro con la teatralidad de su sufrimiento. O, mucho peor, la representación caricaturesca (y racista) de su sirviente filipino. Incluso el mayor y hasta la mujer del capitán parecen por momentos figuras haciendo aspavientos detrás del escenario principal.
